Paradas obligadas en Samaná
SAMANÁ.- Cuando se planea una visita al noreste de República Dominicana, uno de los primeros pueblos que llegan a la imaginación es Samaná. Y es que sin duda es una visita obligada en cualquier época del año o de vacaciones, pues tres días no son suficientes para tanta diversidad.
En el pueblo de Santa Bárbara, justo en la bahía de Samaná, donde le damos formal entrada a la ciudad se encuentra el Puente de los Cayos, o Puente Cayacoa, la estructura insignia de la provincia, que se divisa desde cualquier ángulo. Allí también se toman los botes para ir a Cayo Levantado, un paraíso en medio del mar, de aproximadamente 1 km². Para realizar una visita a estos lugares, sólo se toma cualquier momento de la estadía en el hotel destinado, y la experiencia dura para toda la vida. Con esto, no sólo salimos del complejo turístico, sino que ayudamos a los locales en su economía. Además de tener un contacto más íntimo con el pueblo.
Puente Cayacoa
Una postal de Samaná si no tiene una foto de sus playas, tiene una del Puente de los Cayos o Puente Cayacoa. A la entrada del pueblo se encuentra el hotel Bahía Príncipe Cayacoa. Ubicado a una altura considerable, permite capturar fotografías del encantador paisaje y hacer diversas tomas del Puente de los Cayos. Por el hotel se sube directo y se adquieren productos dominicanos, cuadros y artesanías de los vendedores que están apostados al pie del viaducto de casi 1 kilómetro de largo.
Cayo Levantado
Hasta antes del atardecer se puede ir a Cayo Levantado, también llamada Isla Bacardí. En el camino (25 minutos) la mirada se despeja por el verdor de los cayos adyacentes, aunque, en el agua, aparecen algunas botellas de plástico producto de personas sin conciencia. Pero todo cambia cuando el bote va llegando a tierra firme, y aparece un gran cayo bordeado de arena blanca y aguas turquesa: esa es la bienvenida a Cayo Levantado. El islote se puede caminar en unos 15 minutos. Allí se encuentra el Luxury Bahía Príncipe Cayo Levantado, un hotel de lujo.
Miguel, artesano y vendedor de excursiones, muestra a una familia dominicana su tienda de larimar; hermosas piezas de esta piedra a un precio razonable. Él comenta que en todo el islote hay unos 133 vendedores en diversas casetas. Ellos cooperan mensualmente con el ayuntamiento local en el pago de la basura.
Al fondo espera la playa. El agua es tibia. Y la vista del lugar en forma circular, da la sensación de estar en un paraíso desierto y sin ganas de quererse ir. De regreso al hotel sigue el descanso. Y las ganas de hacer otro viaje para conocer más de nuestra península.
Puente de Cayacoa. Según documentos del AGN, Joaquín Balaguer mandó a hacer un puente en los años 70 para conectar los cayos.
A la altura del Hotel Bahía Príncipe Cayacoa, sólo es una parte del paisaje y la vegetación que envuelve a Samaná.
Pueblo Príncipe. Las casas de colores de Pueblo Príncipe son el marco para las fotos. Encuentras bancos, farmacias y otros servicios.
De playa tibia y arena blanca… es Cayo Levantado. Hay una sensación de estar en 360 grados. ¡Así es realmente!
Barcos. Algunos barcos privados, otros de excursiones y los propios del hotel, atracan próximo al complejo.
En este cayo, más de 30 negocios y 133 comerciantes viven de sus visitantes. El larimar es muy preciado y se vende en las casetas.
origen del articulo : Diario Libre.com